A través de las redes sociales ha conseguido sacar adelante un increíble proyecto llamado ‘I’m not a look-alife’ que comenzó en el año 2000 y que trata de reunir personas con aspectos similares para realizar curiosos retratos en blanco y negro.
Si os dicen que estas personas no son hermanos ni familia, ¿os lo creeríais?
Resulta increíble, ¿verdad? Incluso me atrevería a decir que un poco inquietante.. ¿Cómo se puede reaccionar ante algo así? ¿Cómo sería estar ante un desconocido que se parece tantísimo a ti?
Esta historia me ha recordado algo que leí hace un tiempo y que me dejó sin palabras. ¿Sabéis la razón de por qué empezaron a tomarse las huellas dactilares? Todo se remonta a principios del siglo XX, cuando coincidieron en una misma prisión dos hombres con el mismo nombre y apellido, las mismas medidas físicas y un parecido que quita el habla. ¿No me creéis? Aquí tenéis la prueba..
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